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video clínico sobre coprofagia

VetTV, tu canal de televisión veterinario presenta: La coprofagia

Bienvenidos a un nuevo post de Vettv. En esta ocasión te contaremos todo lo que debes saber sobre la coprofagia

Se conoce como coprofagia al acto de ingerir las heces, y es una conducta que podemos observar en nuestras mascotas en algunas ocasiones. La coprofagia es un motivo frecuente de consulta en la clínica veterinaria, puesto que es relativamente habitual en ciertos animales. La coprofagia, no obstante, se considera un trastorno de comportamiento y suele ocasionarse por una alteración en la salud física o mental de nuestro peludo. Si la ingestión es de heces de otras especies, puede que la única motivación sea la mera curiosidad, sin la existencia de trastornos de otro tipo. En este caso el mayor riesgo es la alteración del equilibrio gastrointestinal de nuestra mascota, aunque en ocasiones graves puede haber transmisión de parásitos. Pero si nuestro peludo ingiere sus propias heces, debemos alertarnos. Aunque en muchos casos son el aburrimiento, el estrés y el miedo a ensuciar las causas posibles, la ingestión de sus propias heces puede deberse causas más peligrosas. Estas causas pueden ser deficiencias nutricionales, insuficiencia pancreática, diabetes, existencia de parásitos o una mala absorción de nutrientes. Frente a esta conducta es importante acudir a la clínica veterinaria para una revisión del animal. Además de la información obtenida de nuestra parte, el profesional realizará un examen de su cuerpo y pruebas complementarias para determinar el origen de la anomalía. Por nuestra parte, retiraremos los excrementos rápidamente y evitaremos alertarnos. Si prestamos demasiada atención al hecho, nuestra mascota creerá que la coprofagia es una buena estrategia para captar nuestra atención y podrá repetirlo. También convendrá alimentar al animal dos o más veces al día, evitando las comidas únicas y copiosas. Añadir piña, calabacín rallado y otros alimentos cuyo olor una vez digerido les resultará repulsivo es una buena idea. Finalmente, evitaremos regañar en exceso a nuestro peludo cuando defeque en lugares inapropiados, pues podría llegar a comerse sus heces para evitar el castigo posterior. Además, los cachorros suelen ingerir los pequeños objetos que se encuentran, por falta de conocimiento respecto a lo que es el alimento, por la curiosidad o como parte del juego. Todos estos motivos conllevan una mayor prevalencia de diarreas en el cachorro que en el perro adulto. Puesto que las diarreas producen una gran pérdida de agua en el organismo, debemos estar atentos para evitar que el cachorro se deshidrate, lo que supondría un serio riesgo para su salud. En ocasiones, las diarreas pueden ser signos de enfermedades graves, como el Parvovirus, el moquillo o a la presencia de parásitos internos. Por ello, ante la sospecha de enfermedad o decaimiento en el pequeño, acudiremos a nuestro veterinario para una revisión. Será conveniente fotografiar las heces e incluso tomar una muestra para un análisis clínico. Además, evitaremos que el cachorro ingiera alimentos inapropiados, como la leche de vaca y la comida para adultos. En nuestra clínica veterinaria nos asesorarán sobre los mejores productos para ellos. Como siempre, la prevención y el diagnóstico temprano son, sin duda, las mejores estrategias para que nuestro peludo crezca sano y feliz. Pincha aquí para ver nuestro vídeo clínico.

Suele ocasionarse por una alteración en la salud física o mental de nuestro peludo.VetTV, tu canal de televisión veterinario